domingo, 25 de diciembre de 2011

Capítulo 5: Dos gotas de agua

 Benny cae hacia atrás cuando el golpe impacta en su rostro, se queda tumbado en el sofá, en algún estado intermedio del K.O y la inconsciencia. Miro asustada en dirección del agresor. Josh no se digna a mirarme, es conscviente de sus actos. De que acaba de herir a un chico sin haberle echo nade, de que ha metido la pata hasta el fondo, de que la ha cagado. Todo se desvanece por unos instantes, y mi mente tiene el tiempo suficiente para dividirse en dos. Mi primer yo mira y contempla el golpeado rostro de Benny, con los ojos cerrados, en otro mundo, con sangre de un vñivido rojo borboteándole del labio inferior y el moratón, el enorme moraton en su mejilla, está mucho peor que el reglazo que la profesora de historia me dio a mí. Pero mi segundo yo interior no puede evitar mirar al desconocido que ha dejado esas heridas en Benny, no es Josh.. No, definitivamente ése de ahí no es mi Josh, el simpático chico de siempre, aquel que se lleva bien con todo el mundo. CRUDA MENTIRA. ¿Qué le ha pasado a aquel chico que se convirtió en mi mejor amigo? 

 Tardó un buen rato en reaccionar, y cuando lo hago, exploto de una forma bastante agresiva. Agarro los hombros de Josh, con lágrimas en los ojos mientras chillo y digo tonterías al azar, palabras sin sentido,. sin llegar a entender nada en realidad.

 -Josh, ¡¿Por qué?! - chillo con todas mis fuerzas- . ¡¿Por qué lo has echo?! ¿Quié eres?... Josh, josh - mi voz se va debilitando, hasta llegar al susurro -  No lo entiendo, no entiendo nada.... no entiendo por qué... que el lo que te ha pasado, porque ya no eres tú...

 -Laia... - comienza a decirme con culpabilidad-. Lo siento, no he podido... no he sabido controlarme, eso es todo.

 No le respondo, pues salta al ataque de nuevo mi primer yo. Me arrodilo en el suelo, frente a Benny aún inconsciente pero comenzando a tiritar, tiene frío, otra vez. Josh se sienta en el sillón y observa ausente, veo por sus ojos que ni él mismo se reconoce, y se qsiente MUY mal... Pero lo que yo tengo que hacer ahora es más importante. Me levanto y busco entre los productes de limpieza viejos y llenos de polvo algo para curar a Benny, sin ningún resultado satisfactorio. Sólo lejía, quitamanchas, una fregona y una escoba rota, entonces se me ocurre una idea que me puede meter en un buen lío, pero, que al fin y al vabo, es una buena idea, sólo necesito algo que me ayude a cavar un agujero, abrir la puerta, un agujero en el techo, cualquier cosa para sali afuera, al frío nocturno y usar nieve para bajar la inflamación. Quizá con el palo de la escoba podría golpear el techo hasta abrir un agujero, pues el cobertizo tiene paredes construidas con viejas ramas, no muy difíciles de romper. Pruebo una, dos, y así hasta decenas de golpecitos en el techo. Me doy cuenta de que no tengo una descomunal fuerza sobre humana justo antes de que Josh me quite la escoba de las manos y dé un fuerte golpe en una de las pardes, en una esquina que cruza con el suelo y se abra un pequeño agujero por el que se cuela una montañita de nieve. Me mira sin ninguna expresión en su rostro y tira descuidadamente el palo al otro lado de la habitación. 

 Le miro desconcertada, Hace un rato no tenía suficiente dignidad ni para disculparse en vez de enrollarse con las palabras y ahora me quería ayudar a curar al chico al que él ha pegado... Cojo un trapo lleno de polvo de la estantería y lo sacudo, entonces lo lleno de nieve y llego a ponerselo en el rostro a Benny a medida que recupera la consciencia. Conforme va despertandose mentalmente comienza a quejarse, le duele bastante y no me extraña. Le ha pegado el increíble Josh que ha abierto un agujero en una pared de madera.

 -¿Laia? - me susurra confuso -. ¿Que ha pasado? ¿ Me han golpeado? ¿Quién ha...? ¿Josh?

 Mira en su dirección y al cruzar sus miradas comienzo a comprender. Josh quizá tuviese una supuesta razón para pegar a Benny... el beso... Ese beso que me ha dado Benny... Esa afirmación para poder tumbarme con él. Una escena quizá muy empalagosa... Josh... Benny... Creo que comienzo a entenderlo...

 Y creo que yo soy la protagonista del problema.

 Del mismo problema que yo también tengo.


 Siempre dije que no era fan de los amoríos, de los besos, y de los cariñitos entre dos novios de no se qué, de no sé cuantos.


 Ya no puedo decir lo mismo. Vivo en un mundo paralelo, dónde el aceite y el agua se juntan y la cal y la arena son complíces. Vivo entre dos gotas de agua y yo soy el vaso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Heeeeeeello! Me encanta tu novela es preciosa! Me he enganchado desde el primer capitulo y nunca me decepciona! Una cosilla.. podrias poner otro color? Es que con ese azul cuesta ver el texto!
Un beso (:

Nosotras dijo...

bonito blog
sigenos y te segimos
http://posibleesloimposible.blogspot.com/
un beeso